Por: Ricardo Flores Cuevas
Hace
varios años que lo conocí y las
ocasiones en las que conviví con él fueron gratificantes, al estilo de ese tipo
de personas que con su acción, comprensión y compromiso, transmiten por medio de
la sencillez su conocimiento.
Nunca tuve la fortuna de ser alumno suyo, sin
embargo, mantuvimos un dialogo, no constante ni frecuente, más bien esporádico
pero consistente: En un par de ocasiones asistí a su programa de radio “Para
conocer y disfrutar la ciudad” de Radio Red; aceptó la invitación que le
hicimos unos amigos para que asistiera a la Inauguración del Archivo Histórico
de Mixquic; coincidimos en el Seminario de Salvaguardia y Conservación de la
Zona Chinampera de la Ciudad de México organizado por el Dr. González Pozo, y
finalmente colaboré con él en uno de sus últimos libros, que con su prematura
partida quedan pendientes por publicar.
Los que lo conocimos y aprendimos de él, sabemos que su labor tiene que ser continuada puesto que sus investigaciones son fundamentales para la
sustentabilidad de la ciudad de México. No dudemos que en un futuro cercano,
tanto académicos como funcionarios recurran a sus investigaciones para dar
solución a los retos de la Metrópoli. A este nivel es como se
sitúa la obra del Arquitecto Jorge Legorreta.
Descanse en Paz.
*Imagen tomada de El Universal.mx
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