Por: Manuel Garcés Jiménez*
“A Legorreta
se le reconoce como uno de los urbanistas
más relevantes en el país, estudioso
de la expansión urbana
y sus efectos en la población, el medio ambiente,
la
política y la economía”[1]
Fue en el poblado de San Gregorio
Atlapulco, Xochimilco, cuando a finales del 2006 conocimos al arquitecto Jorge
Legorreta durante una visita guiada organizada por el cronista de San Luis Tlaxialtemalco e investigador
de la zona chinampera, Sr. José Genovevo Pérez y Félix Venancio González de San
Gregorio Atlapulco.
Ascendimos al cerro de la
Malinche del citado poblado que se localiza en la parte alta del antiguo
acueducto porfiriano, paralelo a la carretera Xochimilco-Oaxtepec, es ahí en
las alturas donde vimos con interés (como escondido entre matorrales y enormes
rocas) el pesado monolito conocido como Xilotepec. En aquella ocasión
observamos algunas ofrendas con copal y mazorcas de maíz.
Como
resultado de aquella inolvidable visita, el arquitecto Legorreta se interesó por ascender al emblemático volcán
Teutli [2]. Motivados por tan interesante visita los cronistas de Milpa Alta
nos organizamos con suficiente comida y agua para poder llegar a la cúspide.
Llegó
el día 13 del mes de marzo del 2007. A temprana hora ya estábamos dispuestos a
iniciar el recorrido por la sinuosa y arenosa vereda que nos conduciría a lo
más alto del volcán para poder disfrutar de la maravillosa vista que ofrece el
sur del valle de Anáhuac. Durante la lenta caminata el arquitecto encontró en
la arena unas llaves para automóvil. Al respecto se dirige a todos y nos pregunta:
“¿De quién son estas llaves?” Nadie respondió, todos nos quedamos callados. “Bueno,
si son de alguien aquí las tengo”.
Continuamos
el ascenso, y por fin llegamos en medio del helado y fuerte viento, pero a
pesar de todo no impidió que disfrutáramos de la belleza que proporcionaba la
altura. Llama la atención por ser un día despejado, se admiraban los gigantes
volcanes; la iztáccihuatl con su eterno acompañante, el Popocatépetl, el imponente
Tláloc que divide a los estados de México y Puebla, hacia el sur otro Tláloc que
se localiza sobre la serranía del Chichinautzin que divide al Distrito Federal
con Morelos, a lo lejos se percibe el Citlaltepetl, el Ajusco, el Teopayo y el
Ayauquemetl, claro no podía escapar de nuestra vista el mitológico Xico, por su
poca altura y enorme cráter que a lo lejos se asemeja a un ombligo, no es
casual que en tiempos prehispánicos se le consideró el ombligo de la zona
lacustre de los extintos lagos de Chalco y Texcoco.
En
cada uno de nosotros e invitados se reflejaba la emoción al escuchar la
narración de los compañeros: historias, mitos, leyendas y experiencias
relacionadas a la teogonía respecto del Teutli y sus alrededores. Recuerdo que
el profesor Adán Caldiño hacía referencia sobre el ceremonial de los voladores del
palo del volador en el centro del cráter, el profesor Raymundo Flores Melo se
enfocó recordando al Yeteco (montículo pequeño), hijo del Teutli al ser
despreciado por su madre la Iztaccíhuatl, narra la leyenda que el Teutli se
hizo cargo de él. El profesor Gilberto Lozada se refirió a las leyendas que se
cuentan de las cuevas, e hizo referencia de los vestigios de la existencia de
una mojonera, punto trino de tres delegaciones; Tláhuac, Xochimilco y Milpa
Alta. Así sucesivamente, todos contentos
y satisfechos escuchamos con detenimiento las pláticas de aquel singular lugar.
Al
descender del volcán, en las faldas, vemos como llegaba un taxi donde bajaba
apresuradamente una familia de jóvenes y otra persona más, supimos después que
era un cerrajero. Nos acercamos a ellos y fue cuando el arquitecto Jorge
Legorreta se aproxima a la pareja y les dice sonriendo: “¿Me supongo que
ustedes perdieron unas llaves de automóvil?”. La pareja queda atónita, le
quedan viendo sin chistar palabra alguna. Nuevamente el arquitecto se dirige a
ellos metiendo la mano en la bolsa del pantalón y mostrando las llaves les dice;
“¿Acaso son éstas las que buscan?” La joven mujer emocionada contesta con una
sonrisa a flor de piel “¡Sí, son mis llaves! ¿Dónde las encontró?”, “allá
arriba”. Todos los presentes nos reímos y aplaudimos. Las llaves llegaron
oportunamente a su dueño.
Caminamos
algunos metros cuesta abajo y elegimos una explanada junto a un pedestal de una
cruz de cemento de regular tamaño, ahí nos acomodamos y de inmediato salieron a
relucir las canastas y bolsas con suculentos alimentos quienes compartimos con gusto
ante el agotador cansancio en subir y bajar del monumental Teutli…
Con
el deceso del arquitecto Jorge Legorreta el pasado martes 17 de julio, deja un
recuerdo imborrable a los milpaltenses. Recordamos cuando por cuatro años
asistíamos anualmente los viernes por la noche a los estudios de Radio-Red al programa
que conducía: “Para descubrir y disfrutar
la Ciudad”, durante una hora se promocionaba e invitaba a la audiencia visitar
la Semana Santa en el pueblo de San Antonio Tecómitl, asistían algunos actores
de la obra y representantes de los neveros.
Hace
algún tiempo el arquitecto nos comentaba respecto a la construcción de la Línea
12 del metro (de Mixcoac al poblado de Tlaltenco, Tláhuac), se opuso
rotundamente a su construcción hasta Tlaltenco, argumentando que con la “Línea Dorada” la mancha urbana
crecería aceleradamente y desordenada hacia el sur de la ciudad, sobre todo en
áreas verdes donde aún podemos observar los canales de agua conformando las vetustas
chinampas, con los exuberantes plantíos con verduras, leguminosas, flores de
ornato, maizales y árboles históricos como ahuejotes y ahuehuetes.
“Con la incontrolable y
extensiva mancha urbana que se espera con los años todo esto tiende acabarse,
quedaría en añoranza para las futuras generaciones de capitalinos y registrada
para la historia de nuestra ciudad-capital”. Enfatizaba el arquitecto.
Notas:
*Presidente del Consejo de la Crónica
de Milpa Alta
[1] La
Jornada, Sección Cultura, miércoles 18 de julio 2012.
[2] Comúnmente
se escribe Teutli, pero los estudiosos del náhuatl comentan que lo correcto es
Teuctli que tiene como significado “El gran Señor”.
Imagen: Jorge Legorreta charlando con Manuel Garcés y vecinos de San Antonio Tecómitl, antes de dar inicio a una emisión del programa de Radio "Para conocer y disfrutar la ciudad".
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