Por: Ricardo Flores
Cualquier día a cualquier hora decides caminar por las calles de los barrios de San Bartolomé y Los Reyes. El primero se encuentra al oriente del pueblo y el segundo al poniente. Ambos barrios colindan con el bordo del Río Amecameca.
Gran parte de las chinampas de estos barrios fueron robadas por el hacedando de Xico a fines de la última década del siglo XIX, cuando Iñigo Noriega deseca el lago de Chalco. Ese señor, un amigo de Porfirio Díaz y fusilado durante la Revolucíon Mexicana, desvió el cauce del Río Amecameca con la intención de dividir sus territorios con el de los pueblos vecinos. En el caso de Mixquic los más afectados fueron estos dos barrios.
Actualmente el más urbanizado de estos dos es el de San Bartolomé, y prácticamente ya no tiene actividad chinampera. Los Reyes ya casi no tienen canales y se sigue cultivando sobre lo que antes fueran chinampas.
Cuando caminas por este último barrio te percatarás que es donde hay mayor cantidad de ganado. Hay más carretas en la calle que en cualquier otro, y también hay más restos de pastura, zacate e incluso escremento de caballo o vaca, obvio, no en cantidades exageradas. Algo similar sucede con San Bartolomé, pero en menores dimensiones.
Por ende, no es gratuito que los dos barrios cuya vocación agrícola fuera agredida con mayor fuerza a fines del siglo XIX, sean los que hasta la fecha tengan mayor actividad ganadera que el resto de los barrios que siguieron siendo chinamperos.
Caminar es una experiencia interesante, siempre y cuando estés dispuesto a hilar datos sueltos, indicios que nos permiten reconstruir un pasado para comprender a la sociedad de hoy día.
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